Artículo publicado en Revista Fertilizar Nº 14 año 2010
Autores: Marino, M.A.1 y Agnusdei, M.2 1 Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de Mar del Plata (FCA, UNMP). amarino@balcarce.inta.gov.ar 2 Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Estación Experimental Agropecuaria Balcarce (INTA EEA Balcarce). magnusdei@balcarce.inta.gov.ar
Introducción: En las condiciones edafo-climáticas de la región pampeana, las pasturas podrían ofrecer producciones anuales de forraje del orden de las 12-15 t/ha en forma sostenida a lo largo de los años, o aún superiores con la inclusión de leguminosas perennes como alfalfa pura o en pasturas consociadas. Sin embargo, deficiencias nutricionales suelen provocar ineficiencias en el uso de los recursos ambientales (básicamente radiación solar, temperatura, agua y nutrientes) y reducen las tasas de crecimiento de las pasturas. Por su importancia para el crecimiento vegetal, los principales nutrientes que suelen encontrarse en cantidades deficitarias y limitan el potencial de crecimiento de los recursos forrajeros son el fósforo (P) y el nitrógeno (N). De ambos, en la región, el uso de P en pasturas está más difundido, al menos al momento de la siembra. En cambio, el agregado de N, es una práctica menos aplicada. En este artículo se presentarán brevemente conceptos generales referidos a: 1) los requerimientos de N de las pasturas y el impacto de deficiencias nitrogenadas sobre la producción de forraje, 2) la variabilidad en la oferta ambiental de N para el crecimiento de las pasturas y 3) alternativas de manejo para mejorar el estado nutricional de los recursos forrajeros con alto impacto productivo.