Artìculo publicado en la Revista Ferilizar Nº20 año 2011

Autor: Ing. Agr. Dr. Alberto R. Quiroga

Introducción: Indicadores edáficos Previo al tratamiento específico del tema “manejo del agua y la fertilidad” es necesario analizar algunos aspectos sobre el uso de indicadores de suelo, los cuales pueden resultar claves al momento de tomar decisiones. Un aspecto fundamental es considerar el objetivo que persigue el usuario o demandante de información: por ej. comprar un campo, evaluar el funcionamiento de una secuencia de cultivos, definir la estrategia de un cultivo en particular, evaluar cambios en la calidad de los suelos ante variantes de manejo en el sistema de producción. Como puede inferirse, los indicadores a utilizar en cada caso son distintos. Por ej. el contenido de agua útil y de nitratos en octubre es fundamental para quién está por sembrar maíz, pero no tiene importancia alguna para quien comprará un campo. Además será necesario conocer los niveles o umbrales críticos de cada indicador para las distintas condiciones de sitio de la región. Por ej. el valor de estabilidad estructural puede resultar crítico en suelos limosos, mientras que en suelos arenosos el uso de este indicador no es relevante. Según el objetivo es importante caracterizar el indicador en base a parámetros que sean sensi-bles, relativamente fáciles de medir, independientes y preferentemente predictivos. Si bien los indicadores de suelos (físicos, químicos y biológicos) no determinan independientemente la calidad del suelo, la mayoría de los estudios coinciden en que la materia orgánica es el principal indicador e indudablemente el que posee una influencia más significativa sobre la calidad del suelo y su productividad. El valor crítico de un indicador, en este caso del contenido de materia orgánica, puede variar ampliamente entre suelos y entre sitios que se diferencian por el régimen de humedad y tem-peratura. Por ello, normalmente se presentan dificultades para utilizar a la materia orgánica como un indicador individual de calidad de los suelos. De esta manera, nuestros trabajos par-ten de la hipótesis que los contenidos de materia orgánica en los suelos de la región semiárida y subhúmeda pampeana, dependen de la textura y factores relacionados con el régimen hídrico de los suelos (precipitaciones, capacidad de retención de agua) así tambien como del manejo. Este último factor implica fundamentalmente del manejo de residuos los residuos, que depende en última instancia del sistema de producción, la secuencia de cultivos, el sistema de labranza y la fertilización.

 

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