En general, cuando se habla de futuro o de esperanza, se asocia con mirar hacia adelante o hacia el cielo. Quienes escribimos este manual -profesionales de las ciencias agrarias y actividades vinculadas al sector agropecuario- pensamos que el futuro y la esperanza no están a lo lejos ni arriba, sino abajo: en el suelo, este recurso escaso y no renovable fundamental para que exista la vida.

El suelo es nuestro sustento: en sentido literal, porque nos sostiene, y en sentido amplio, porque de él dependen todas nuestras fuentes de alimento. Te invitamos a bajar la mirada, a agacharte y tomar el suelo con las manos, a poner todos los sentidos, el corazón y la razón en acción para conocer, admirar y cuidar el suelo, gracias al que existimos y del que depende nuestro futuro.