Autor: Davérède, I.C. y F.H. Míguez. Facultad de Ciencias Agrarias, UCA

Artículo publicado en la Revista Fertilizar nº 33, año 2015

<p style=»text-align: justify;»>Introducción: Más del 80% del poroto de soja producido en Argentina se industrializa y se exporta principalmente como aceite y harinas proteicas, además de otros subproductos. El tenor proteico de la soja cultivada en Argentina ha descendido en los últimos años, por tanto también ha descendido el tenor proteico de las harinas que de ella se obtienen. Esto ha generado descuentos en el precio y hasta rechazo de embarques por no llegar al mínimo de proteína para ser clasifcadas como Hipro. Por ello le resulta más difícil a la industria local competir con otros orígenes que cumplen fácilmente con los estándares internacionales para tenor proteico. Según estudios de Mateo y Carranza de la Bolsa de Cereales de Rosario el costo para la industria, derivado del bajo tenor proteico en el poroto, llegó a US$ 405 millones en la campaña 2012/13. La concentración de aceite y proteína en soja generalmente guardan una relación inversa y dependen principalmente del genotipo, del ambiente de radiación y térmico durante el llenado de las semillas, de la disponibilidad de nutrientes y del rendimiento del cultivo. En numerosos estudios han encontrado respuesta en rendimiento a la aplicación de P y S cuando los niveles disponibles en el suelo son bajos, sugiriéndose umbrales de respuesta de 14 y 10 ppm, respectivamente. La fertilización con P y S también ha tenido un efecto positivo sobre el tenor proteico. Hay muy poca información local respecto del efecto de la aplicación de macro y micronutrientes sobre la calidad del grano de soja. En este traba- jo se evaluó el efecto de distintos tratamientos de fertilización sobre el rendimiento y la calidad del grano de soja, en particular sus contenidos de proteína y aceite.</p>

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