Artículo publicado en la Revista Fertilizar Nº26 año 2013

Autor: Carolina Alvarez caroalvar@hotmail.com

Introducción: La materia orgánica (MO) es un componente asociado a la productividad de los agroecosistemas. El cultivo de las tierras causa, normalmente, una disminución de su contenido en el suelo, muchas veces debido a la disminución en el aporte de residuos y a la aceleración de la mineralización de materia orgánica del suelo a causa de las labores.La MO es una importante fuente de nutrientes para las plantas y su disminución está directamente asociada con el aumento de dióxido de carbono (CO2) atmosférico, uno de los principales gases de efecto invernadero (GEI) del planeta. Varias investigaciones han destacado la importancia ambiental del secuestro de C en el suelo y su impacto sobre el cambio climático al mitigar la emisión de este elemento, especialmente en forma de CO2. El suelo tiene un importante papel en la producción de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Las emisiones de GEI desde el sector agrícola cobraron importancia en los últimos años debido a la problemática del cambio climático. Las pérdidas de algunas formas gaseosas de carbono y nitrógeno del suelo contribuyen a incrementar las concentraciones de dichos gases en la atmósfera. Ciertos manejos agrícolas pueden promover la acumulación de carbono en el suelo, pero también podrían generar condiciones edáficas y ambientales que predisponen la emisión de óxido nitroso (N2O). Este gas posee un poder de calentamiento global 310 veces mayor que el dióxido de carbono. La siembra directa fue propuesta como una alternativa al sistema de labranza convencional para reducir la degradación de los suelos, y podría también reducir las emisiones de GEI. Otros autores mencionan que la adopción de la siembra directa como única práctica de manejo no mejora los contenidos de carbono orgánico total (COT) del suelo. Para aumentar los contenidos COT del suelo deberían incluirse gramíneas en la rotación, ya que su eliminación en la secuencia de cultivo es otro factor que ha influido en forma negativa sobre el contenido de C en los suelos. Los cultivos de cobertura (cc) en los sistemas agrícolas actuales pueden constituir una importante herramienta agronómica, que mejora la eficiencia de uso del agua y del nitrógeno, y los transforma en biomasa vegetal, evitando pérdidas de agua del perfil y lixiviación de nitratos que de no ser implantados no serían aprovechables. El objetivo del presente trabajo fue evaluar el efecto de diferentes secuencias de cultivo y sistemas de labranza sobre el stock de carbono del suelo y las emisiones anuales de óxido nitroso. Se pretende determinar cuáles de los manejos estudiados contribuyen a un mayor secuestro de carbono y menores emisiones de óxido nitroso desde el suelo.

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