Durante el año 2019, aumentó en un 8 % el consumo de fertilizantes en Argentina.
Buenos Aires, marzo de 2020. Fertilizar Asociación Civil presentó un informe del consumo de fertilizantes del año 2019, en el que se registra un consumo récord de 4,6 millones de toneladas, traduciéndose en un crecimiento del 8 % respecto al año anterior.
“Una vez más la siembra de gramíneas fue el principal motor de este mercado. Tanto el trigo como el maíz, y el maíz tardío inclusive, han mejorado en el majeño de la tecnología y este es un aspecto muy positivo para la productividad y la sustentabilidad de los sistemas”, señaló Jorge Bassi, presidente de la asociación.
El aumento de consumo de fertilizantes que aportan los principales nutrientes fue de: 12% para azufrados, 11% para fosfatados y 8% para nitrogenados. “El N (nitrógeno), el P (fósforo) y el S (azufre) son los nutrientes que las plantas requieren en grandes cantidades para crecer y desarrollarse y por eso los llamamos macronutrientes. Es impensado concebir la producción agropecuaria si las plantas no cuentan con cantidades suficientes de estos nutrientes, por eso celebramos la mejora en la utilización de la tecnología. Es así que nos conduciremos hacia un camino de productividad y sustentabilidad”, reforzó el directivo.
El volumen de fertilizantes nitrogenados utilizados en el total de la producción argentina fue de 2,6 millones de toneladas, le siguen los fertilizantes fosfatados con 1,7 millones de toneladas, los azufrados con 0,20 millones y luego se encuentran los fertilizantes potásicos, con 0,07 millones y otros fertilizantes.
Desde la entidad reafirmaron la tendencia a un incremento de la reposición de nutrientes en cultivos de trigo y maíz pero también advirtieron sobre la fertilización del cultivo de soja, que aún estaría siendo el cultivo con mayor deficiencia en el uso de tecnologías.
Del total de toneladas consumidas en 2019, aproximadamente un 66% corresponde a productos importados y los principales países de origen son: Estados Unidos, China, Rusia, Marruecos y Egipto.
“Estas cifras reflejan la consolidación del uso de la tecnología de fertilización para acortar la brechas de rendimientos y producir alimentos de manera sustentablemente. Sin embargo, debemos seguir trabajando en la fertilización de la soja, donde está ampliamente demostrado el impacto que tiene una adecuada estrategia de nutrición en el aumento de los rindes así como también en la preservación del recurso suelo”, agregó María Fernanda González Sanjuan, gerente ejecutiva de Fertilizar.