Fertilizar AC presentó sus perspectivas para la campaña de maíz 2023-24 con las
tendencias del mercado y de los precios del cereal, márgenes y relación
Insumo/Producto.
“Después de la sequía que transitamos en 2022, en esta nueva campaña si hay
humedad, va a haber revancha, y va a ser una oportunidad para más agronomía y más
maíz””, anunció la gerente ejecutiva de Fertilizar Asociación Civil, María
Fernanda González Sanjuan, quien encabezó la presentación de una jornada
dedicada al maíz.
En primer término el titular de la consultora Agritrend, Gustavo López, trazó el
escenario del “Mercado de granos y fertilizantes en la campaña 2023/2024”, el cual –
dijo- se desarrollaría con “precios sostenidos” dado una confluencia de factores externos,
que van desde la mala condición de los cultivos estadounidenses por la sequía; la
continuidad del conflicto entre Rusia y Ucrania; el fenómeno climático de El Niño que
“puede tener efectos no deseados en regiones del norte de Brasil” y la alta demanda de
choclos de parte de China.
En lo que hace al mercado interno, las ventas de maíz “se estancaron” y hubo una gran
adhesión al dólar maíz que se desdibujó luego con la devaluación ocurrida tras las
elecciones PASO. Resaltó que el productor está a la espera de que el Gobierno disponga
de un nuevo “dólar soja”, aunque “se desconoce cómo se aplicará”.
A pesar de las buenas expectativas, López analizó que, según su análisis, el maíz va a
cubrir una superficie menor a las 7.300.000 hectáreas estimadas por la Bolsa de Cereales
de Buenos Aires (mencionó que podría ser entorno a las 6.8 millones de has) debido a
que esta temporada “pesa la relación de precios favorable a la soja, que es de 1,8 frente
a 1 de maíz”. Por el cereal, que se mantiene en un “letargo” de 180 dol/tn, los
productores “esperan precios más atractivos para vender”, expresó.
A su turno, el presidente de Fertilizar AC, Roberto Rotondaro, habló del rol del
diagnóstico que permita establecer la mejor estrategia de fertilización y dejó consejos
de “cómo interpretar los diagnósticos de suelo para hacer las recomendaciones de
fertilización”.
Rotondaro llamó la atención por la baja realización de muestreos de suelo: solo el 30%
de los productores lo está haciendo, aunque ponderó que el porcentaje viene creciendo
de manera sostenida. El muestreo permite conocer la humedad y agua disponible y la
cantidad precisa de los nutrientes esenciales que necesita el cultivo enfatizando en
fósforo, nitrógeno, azufre y zinc “Si se cubre esa necesidad nutricional aseguramos un
rendimiento cercano al máximo”, graficó. “Para hacer 10 toneladas de maíz se requieren
de 193 kilos de nitrógeno; 165 de potasio; 35 kilos de fósforo; y 35 kilos de azufre”.
Rotondaro dijo que el fósforo (P) tiene relación directa con el rendimiento según su
disponibilidad en el suelo: cuando el nutriente se encuentra por debajo del umbral de 14
a 18 partes por millón (ppm), la magnitud de la respuesta a la aplicación de fertilizante
es alta; si hay más de 18, ppm la probabilidad de una respuesta será menor.
Pero “el 70% del área agrícola está por debajo del umbral”. Además, definió al P como
“una caja de ahorro” por ser un nutriente “poco móvil”. En el caso del Nitrógeno (N) es
un nutriente “móvil” que se aplica de acuerdo a “la expectativa de rinde” de la campaña,
al igual que el azufre (S), el cual recomendó usar dado que “es relativamente barato” y
permite balancear y hacer más eficiente la nutrición.
Finalmente, el zinc (Zn) es un micronutriente cuya deficiencia apareció hace pocos años
y debe aplicarse cuando el umbral sea menor a 0,9 a 1,2 ppm.
Para la campaña maicera, que comenzará en las próximas semanas –y cuando se habla
de una menor necesidad de aplicación de fertilizantes dado que “por efecto de la sequía
hubo menor extracción”-, Rotondaro aclaró que las últimas mediciones arrojaron que “el
contenido de nutrientes viene bajando y se encuentra en niveles similares a los
promedios históricos”.
Luego, María Fernanda González Sanjuan se refirió al mercado y remarcó que en
2022 el uso de fertilizantes decreció por primera vez, desde el año 2015, así como
también que la dosis utilizada en maíz ha registrado, en promedio, un aumento del 50%
desde ese mismo año, según se trate de siembras tempranas o tardías.
Además, resaltó que el maíz “se consolidó en la rotación y sostiene su intención de
siembra” porque en los últimos años “gracias a la tecnología, a la genética y a la
fertilización se transformó en un cultivo más versátil, ya que amplía su ventana de
siembra y tiene mayor estabilidad de rendimientos”. Como ejemplo, mencionó la
tecnología Bt, los nuevos híbridos, la mejora sustancial de la aplicación de nutrientes,
etc.
Para este ciclo, dijo que la relación insumo/producto -la cantidad de kilos de maíz que
se necesita para comprar un kilo de fertilizante- es sensiblemente mejor que la de la
campaña 2022, “aunque aún por encima del promedio de los últimos años”, señaló.
La jornada la cerró el coordinador técnico de Fertilizar AC, Nicolás Rouillet, quien
explicó que actualmente en Argentina existe una brecha del 54% de rendimientos entre
el potencial productivo en secano y el rendimiento promedio obtenido actualmente para
maíz. Esa brecha se debe principalmente a manejo, siendo la adecuada nutrición un
factor clave para cubrirla. “Si se mejoran los rindes hasta un 80% del potencial, se podría
pasar de 51 a 78 millones de toneladas en la misma superficie producida”, afirmó.
Rouillet presentó resultados de 24 ensayos en la región pampeana a lo largo de 7
campañas, en donde se midieron 1- tratamientos sin fertilizar (control), 2- tratamientos
con la fertilización promedio usual de cada zona, 3- tratamientos con una recomendación
de nutrición en base a expectativa de rendimientos medios, tomando como diagnóstico
de base el análisis de suelo y 4- tratamientos apuntando a altos rindes, que implican
reconstrucción de la fertilidad y aporte de micronutrientes. Entre el control y la estrategia
promedio de nutrición (1 y 2) se dan brechas de 13%, pero de ahí salta al 18% cuando
se apunta a una aplicación para un alto rendimiento (de 2 a 4). “En todos los sitios
vemos respuesta a la fertilización”.
“La brecha de rendimientos se incrementa a medida que avanzamos en el tiempo.
Nuestros suelos se degradan y el requerimiento de nutrientes para cumplir las demandas
nutricionales de los cultivos es mayor”, dijo, afirmando que la estrategia de nutrición
balanceada permite cosechar más kilos de grano sin degradar el sistema.
Además, el ingeniero agrónomo remarcó que la mejor nutrición del cultivo hace más
eficiente el uso del agua y su contribución porcentual “es mayor en sitios de menor
potencial productivo”. Finalmente señaló la importancia del análisis de suelo como
herramienta fundamental en la toma de decisiones.
Acerca de Fertilizar AC
Fundada hace más 20 años, Fertilizar es una asociación civil sin fines de lucro formada por diferentes actores de la
industria agropecuaria (empresas, instituciones, asociaciones de productores, universidades, entre otros), cuyo objetivo
es concientizar sobre la importancia del uso racional del fertilizante y la sustentabilidad del sistema productivo, a través
de la difusión de información técnico-científica adaptada a la realidad local, que explique las ventajas agronómicas y
económicas del agregado balanceado de nutrientes sobre la productividad de cultivos y pasturas y sobre la fertilidad del
suelo para una agricultura sustentable.
www.fertilizar.org.a