La respuesta está en los suelos
El nitrógeno es el elemento más abundante en la biosfera, sin embargo, las cantidades disponibles en los suelos agrícolas son limitantes para cubrir las demandas de los cultivos. En condiciones naturales, las especies de leguminosas evolucionaron para superar esta limitación formando una relación de simbiótica natural con bacterias del género Rizobium tomando y transformando nitrógeno desde el aire en un proceso conocido como de fijación biológica del nutriente. En nuestros ambientes productivos, este proceso aporta entre el 50 y el 60% de las necesidades de cultivos de soja mientras el restante es tomado desde el suelo.