
Nutrientes limitantes en la productividad forrajera
Nitrógeno (N)
El nitrógeno es el nutriente con mayor impacto en la productividad vegetal, esencial para la fotosíntesis. La mayoría de los suelos de la Región Pampeana tienen deficiencias de N, lo que genera respuestas positivas a su fertilización. En áreas con limitación hídrica, la fertilización nitrogenada mejora la eficiencia en el uso del agua (EUA). En pasturas de gramíneas o verdeos invernales, el N es crucial, y se observa que su disponibilidad influye directamente en la producción de biomasa. En praderas leguminosas, se promueve la fijación biológica de nitrógeno (FBN), favoreciendo el crecimiento de las gramíneas.
Fósforo (P)
El fósforo es el tercer nutriente limitante en la Región Pampeana. Es vital para el crecimiento y desarrollo de las plantas, especialmente en la formación de semillas y raíces. La mayoría de los suelos muestran una disponibilidad de P muy baja, lo que limita la productividad. Las respuestas a la fertilización fosfatada pueden ser significativas, con aumentos de hasta 340 kg de MS por cada kg de P aplicado. Un adecuado diagnóstico de deficiencias se basa en análisis de suelo y foliares.
Azufre (S)
Las deficiencias de azufre han aumentado en la región. El S es clave en la biosíntesis de proteínas y en la fotosíntesis. Las respuestas a la fertilización azufrada son notables en especies de alto requerimiento como la alfalfa, y se recomienda aplicar entre 10-40 kg/ha de S, dependiendo de la productividad.
Micronutrientes
El boro (B) limita la productividad de leguminosas, siendo esencial para la floración y el crecimiento de raíces. Su deficiencia puede ser diagnosticada mediante análisis de suelos y plantas. Las dosis recomendadas varían según el tipo de pastura y la disponibilidad en el suelo.
Tecnología de la fertilización
Fuentes de nutrientes
Existen diversas fuentes de fertilizantes nitrogenados, fosfatados y azufrados. La elección depende de factores como costo, tipo de recurso forrajero y disponibilidad de maquinaria. En el caso del N, las fuentes sin N amídico o con menor proporción de amoníaco son preferibles para evitar pérdidas por volatilización. Los fertilizantes fosfatados solubles (e.g., MAP, DAP) y los sulfatados para azufre son los más comunes. El boro se aplica generalmente vía foliar.
Momento y forma de aplicación
El N en verdeos invernales se aplica mejor en invierno, cuando la disponibilidad de nitratos es baja. El P, debido a su baja movilidad, se aplica a la siembra, y el S puede aplicarse en la siembra o en postemergencia. El B se aplica generalmente en postemergencia, ya que es tóxico para las semillas.
Conclusiones
Los agro-ecosistemas pastoriles de la Región Pampeana están limitados por deficiencias de nutrientes clave, especialmente N, P, S y B. Un plan de fertilización integral debe considerar la evaluación de la acidez del suelo, la disponibilidad de nutrientes y la aplicación adecuada de fertilizantes, garantizando la eficiencia en la producción forrajera. La correcta gestión de estos recursos asegura un sistema productivo sostenible y eficiente.
FUENTE: Agroconsultas Online. Ing. Agr. MSc. Martín Torres Duggan – Tecnoagro S.R.L